Por: Miguel Ángel Vergara.
Director Académico
Edubótica
1. Estrategia Educativa
La investigación escolar es una estrategia educativa que ha permeado con fuerza el currículo escolar en los últimos 10 años. Inicialmente se consideraba que el desarrollo de tales actividades era posible sólo en las instituciones de educación superior o en institutos especializados, transformado y confundiendo el término en las instituciones educativas con la consulta investigativa.
En países desarrollados, donde el presupuesto para investigación, ciencia y tecnología es más alto, es posible observar también que al interior de las escuelas se da mucha más importancia a los programas de investigación escolar. Programas internacionales como “Pequeños científicos”, desarrollado en Francia (Universidad de los Andes, 2017), enseñan las bases de la investigación escolar desde los primeros años de educación. Por su parte modelos de educación exigentes como “Bachillerato Internacional” promueven prácticas de investigación con alto rigor científico, tanto en niveles intermedios (gados de primaria-secundaria) como de finalización de la educación media, entregando diplomas que avalan al estudiante para poder ingresar a carreras universitarias ( International Baccalaureate Organization, 2017).
2. Solución de problemas sociales
Por otra parte, el desarrollo de investigaciones escolares, permite generar una masa crítica de ideas que vienen a solucionar problemáticas locales, en un entorno realista. Por ejemplo, en las ferias internacionales de ciencia, como ISEF-INTEL de los Estados Unidos, han encontrado una fuente inagotable de propuestas investigativas, que con la ayuda de entidades gubernamentales y de la empresa privada, se transforman de proyectos de investigación en productos de innovación.
Para el desarrollo de este tipo de acciones, no sólo se requiere de la buena voluntad y de mentes jóvenes inquietas y curiosas, se requiere de la guía de maestros capacitados, que puedan ver y potenciar en sus estudiantes esas habilidades y competencias.
3. Investigación desde los docentes
Pero los docentes también son una fuente de investigación, al recopilar y proyectar esas experiencias de trabajo, la formalización de estrategias y el desarrollo de didácticas que puedan ser empleadas por otros maestros. Generar para ellos un espacio no sólo de capacitación, sino también de encuentro para la discusión de esas ideas, el intercambio de prácticas y experiencias es fundamental para promover el espíritu investigativo en los maestros.